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| Mis desayunos en Manila Square (antes plaza Peso de la Paja de Terenci Moix de nombre Ramón) siempre están acompañados de espectáculos varios. Basta mirar por las cristaleras y observar los niños bailando sermones de apocalipsis y redención de pecados.... |
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Hoy veo un joven de color derrumbado con sus pertenencias abandonadas y los pantalones bajados mientras los bancos de la plaza están ocupados de Guiris encantados con el folklore local |
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| Sus manos están decoradas aun con anillos y pulseras mientras se sujeta sin saber el slip que los transeúntes devoran con fruición, mientras su poderoso Tótem africano palpita al ritmo de las Aleluyas sinfónicas |
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| Yo ya he terminado de desayunar y llamo a una ambulancia, he esperado suficiente y no he visto a nadie hacerlo. Debo volver a casa y me parece mal abandonarlo a la vía pública con los buitres carroñeros que habitan entre nosotros. |
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| Llegan los sanitarios, lo despiertan y lo sientan en el banco, podéis observar que los clientes de la terraza siguen hablando de sus cosas sin atender y los hay incluso sentados de espaldas ... la empatía ciudadana ahora es como la de Berlín en 1933 |
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| Ahora bien los coros de la Iglesia Filipina que cada día sermonean que "Jesus is the Salvator" no han parado de cantar y bailar, lo suyo es predicar.... lo del buen samaritano ni lo conocen. |
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| Finalmente abandono el lugar, el joven está sentado, los filipinos siguen con lo suyo cantando y la vida continúa en Manila Square . Mañana vuelvo a ver lo que me encuentro |