Paseaba yo por callejuelas de la ciudad vieja de Barcelona cuando algo, me llamó la atención. Dos baldosines de cerámica policromada marcaban un número 8, y eso era lo extraño, pero no lo único. En Barcelona intra-muros los números de finca suelen ser de mármol con los dígitos en plomo fundido, pero este mostraba colores inusuales por estos pagos, y el marco de volutas metálicas te transportaba en algún lugar de España entre Ciudad Real y el peñón de Gibraltar
Pero esto como os digo no fue lo único que estaba desubicado , la colocación en el lateral de una ventana de marco pétreo, y lejos de puerta de acceso alguna me lo hacían mas raro si se podía.....y es que la Barcelona Intra-muros, encierra muchas interpretaciones.